La expresión se
utiliza para referirse a emprendedores cuyo objetivo –único, o no, como veremos
más adelante- es generar cambio social. En los últimos treinta años, este tipo
de emprendedores han proliferado con fuerza. Allí donde la mayoría ve un
problema, ellos ven una oportunidad para contribuir a la mejora de la sociedad.
De hecho, en las universidades y escuelas de dirección de empresas, el creciente
interés por el tema se ha traducido en una mayor oferta de cursos en esta materia.
Para hacer frente a este fenómeno, algunas de estas escuelas han creado incluso
sus propios centros, dedicados exclusivamente a su estudio. De este modo,
existe un grupo cada vez más numeroso de emprendedores altamente formados para
hacer frente, de manera innovadora y eficiente, a las carestías de la sociedad,
a la vez que también son mayores los recursos disponibles para este fin.
Los
emprendedores sociales son «líderes probados cuyos enfoques y soluciones a los
problemas sociales están ayudando a mejorar las vidas y circunstancias de incontables
individuos desfavorecidos». Ciertamente se trata de una interesante
definiciónque ampliamos y matizamos en el siguiente apartado de este artículo.
Con ello pretendemos proporcionar unas nociones básicas sobre el concepto de
«emprendedor social» que nos ayudarán a
distinguirlo del resto de emprendedores. Posteriormente, en el tercer apartado,
exploramos el perfil del emprendedor social para identificar sus rasgos más
característicos. A continuación, en la cuarta sección, analizamos el modo en
que dichos emprendedores pueden generar y difundir valor social a gran escala.
QUÉ ENTENDEMOS POR «EMPRENDEDOR SOCIAL»?
LA DIMENSIÓN
SOCIAL Y LA DIMENSIÓN EMPRENDEDORA
Muchos de los
artículos académicos que tienen como objetivo dar una definición de
emprendimiento social lo hacen diseccionando el término en las dos partes que
lo componen. Así, por una parte se analiza la dimensión emprendedora y, por
otra, la social
Identificación del componente «emprendedor
"Los
emprendedores sociales son una especie dentro del género de los
emprendedores" De un modo un tanto
simplista, podemos decir que se trata de un tipo de emprendedores que persigue
fines sociales. Pero, para empezar, ¿qué es un emprendedor? Para Peter Drucker,
empezar un negocio no es condición necesaria ni suficiente para ser
emprendedor, y para Gregory Dees, los emprendedores no tienen por qué ser
necesariamente inventores, sino que simplemente tienen que adoptar una visión
creativa a la hora de poner en práctica invenciones de otros. Mirem las ideas de Joseph Schumpeter, Howard Stevenson,
Jean-Baptiste Say y Peter Drucker para identificar cuatro aspectos
diferenciadores del emprendimiento:
• Destrucción
creativa: según Schumpeter, la generación de productos o servicios innovadores
destruye los que estaban previamente en el mercado.
• Creación
de valor: según Say, «el emprendedor traspasa recursos económicos de un
área de baja productividad a una de alta productividad y mayor rendimiento».
• Identificación
de oportunidades: para Drucker, un emprendedor no genera cambio, sino que
explota las oportunidades que el cambio brinda.
• Ingenio:
Stevenson destaca la capacidad de los emprendedores no solo de aprovechar oportunidades,
sino también de afrontar los retos que comporta la falta de recursos para llevarlas
a cabo. A estos cuatro puntos clave se les puede añadir un quinto elemento
igualmente importante : la elevada capacidad de aceptar el riesgo.
En resumen, el
emprendimiento implica convertir una idea nueva en una innovación exitosa
utilizando habilidades, visión, creatividad, persistencia y exposición al
riesgo. Es importante remarcar también la importancia que tiene la aplicación
de métodos empresariales a iniciativas sociales, la clave de la empresa social
es «adoptar un enfoque de tipo empresarial e innovador a la provisión de
servicios comunitarios. Como hemos mencionado, un factor clave que distingue a
un proyecto de emprendimiento social es la existencia de fines sociales. Es
decir, la línea que separa a los emprendedores empresariales de los
emprendedores sociales es el compromiso de los últimos de crear un impacto
social. Pero, ¿a que nos referimos por ‘social’? También en este aspecto
aparecen voces divergentes, ya que la opinión que uno pueda tener al respecto
es muy personal-incluso podríamos decir que depende de la cultura de uno
mismo-. Un emprendedor social no solo es una persona altruista, sino que debe
mostrar una clara determinación por hacer una contribución a la sociedad.
El punto más
complejo es definir cuán importante debe ser el objetivo social para el
emprendedor. En este sentido, hay quien defiende que el objetivo social tiene
que ser el único objetivo a perseguir; otros abogan por permitir que aquellos
negocios que generan ingresos puedan incluirse también dentro de la categoría
de emprendimiento social.
Entonces, según
esta última definición, el Grameen Bank entra dentro de esta categoría,aunque
sea una organización que obtiene rendimientos económicos. Esta entidad y otras
de microcrédito son calificadas a menudo como «híbridos» (se verá en más
detalle en el próximo apartado), ya que se trata de negocios que combinan
aspectos de organizaciones con y sin ánimo de lucro. hay dos aspectos a tener
en cuenta cuando se analiza el enfoque social del emprendedor:
1. Objetivos
altruistas: aunque no exista acuerdo sobre la medida en que los fines
sociales deben estar presentes, estos siempre lo están. Como hemos apuntado, el
punto a clarificar es si el fin social es un objetivo único, principal,
importante, o simplemente secundario.
2. Papel que
juega el grupo de la sociedad al cual se dirige el proyecto: en el caso del
emprendimiento social, el beneficio es para ese determinado grupo y en el
proceso se implica o compromete al grupo.
En cuanto al
tipo de beneficios que un emprendedor social puede generar, estos pueden ser de
dos tipos:
• Directos:
servicios, becas, infraestructuras, etc.
• Indirectos:
empleo (aunque este también pueda considerarse un beneficio directo), integración
social, etc. La línea que separa a los
emprendedores empresariales de los emprendedores sociales es el compromiso de
los últimos de crear un impacto social.
EQUILIBRIO
ENTRE EL OBJETIVO ECONÓMICO Y EL SOCIAL
Así pues, si
estamos de acuerdo en que el objetivo social no tiene por qué ser el fin único
de un proyecto de emprendimiento social, deduciremos que este campo no tiene
por qué limitarse a las organizaciones sin ánimo de lucro; en parte, porque la
frontera entre estas y las que sí persiguen beneficios resulta a menudo difusa.
En definitiva,
habrá casos en que el fin social tenga un papel dominante para la empresa,
mientras que en otros puede existir un claro compromiso de generación de
ingresos que vaya unido al fin social. Cabe añadir que los ingresos obtenidos
por este último tipo de empresas pueden ser utilizados de dos maneras: bien
reinvirtiéndolos en la iniciativa social, bien como soporte económico para la
empresa.
Los
emprendedores sociales se preocupan especialmente por cubrir necesidades
básicas como pueden ser la sanidad, el acceso al agua y su salubridad o el
apoyo a actividades agrícolas de zonas rurales. En cambio, en economías más
industrializadas, el foco de atención se centra en dar apoyo a la cultura,
proveer servicios a las personas discapacitadas, colaborar en procesos de
recogida de residuos y protección delmedioambiente u ofrecer actividades
gratuitas como puede ser el networking social son tres las características que
las empresas sociales poseen en mayor o menor medida:
• Prominencia
de un fin social (o medioambiental) frente al fin económico.
• Dependencia
de los ingresos generados y contribución de estos al total de ingresos
de la organización.
• Presencia de innovación.
Así, en función
de la relevancia que tengan estos factores, se pueden identificar cuatro tipos
de empresas sociales:
1. ONG
tradicional: el objetivo social/medioambiental es el único o principal y
tiene el estatus de organización sin ánimo de lucro.
2. Empresa
social sin ánimo de lucro: el objetivo social/medioambiental es el único o
principal;
tiene estatus de organización sin ánimo de lucro y es innovadora en su(s) proyecto(s).
3. Empresa
social híbrida: el objetivo social/medioambiental es el único u ocupa una
posición muy
importante y existe una estrategia de generación de ingresos que está "integrada"
o es «complementaria» a la misión de la organización.
4. Empresa
social con ánimo de lucro: el objetivo social/medioambiental ocupa una posición
importante pero no tiene por qué ser el único y existe una estrategia clara de generación
de ingresos.
CREACIÓN Y
DIFUSIÓN DE VALOR SOCIAL
El emprendedor
social ideal no solo debe preocuparse de diseñar un proyecto/organización que
genere mejoras sociales sobre un determinado sector de la sociedad, sino que
debe hacerlo de tal manera que los beneficios lleguen al mayor número de
personas posible.
Las tres formas
más comunes que los emprendedores sociales utilizan para difundir sus innovaciones
a gran escala:
• Elaboración
de un modelo organizativo. Es decir, implantar una estructura que sea capaz
de movilizar recursos y personas.
• Creación de
un programa. Se trata de establecer un conjunto de acciones integradas que
tengan un fin específico. El paquete de medidas elaborado puede ser más o menos
detallado.
•
Establecimiento de unos principios. En otras palabras, diseñar unas
pautas y definir los valores deseables para llevar a cabo el proyecto social.
Las cinco
preguntas clave
- Preparación:
Está preparada la innovación para poder ser difundida?
- Receptividad:
Será la innovación bien acogida por la comunidad a la cual se dirige?
- Recursos:
Qué recursos, financieros o de otro tipo, se requieren para poder poner en
práctica la
estrategia escogida?
- Riesgo:
Cuál es la probabilidad de que la innovación no se implemente correctamente, o
no consiga tener el impacto deseado?
- Rendimientos:
Cuál es el resultado deseado? ¿Se están proveyendo los bienes y/o servicios
satisfactoriamente?
ELEMENTOS CLAVE
PARA EL ÉXITO
Durante las
décadas que han trascurrido desde la popularización del término «emprendimiento
social», son muchos los proyectos y organizaciones que, con mayor o menor
éxito, han surgido dentro de este campo. Un ejercicio interesante que han
llevado a cabo varios autores consiste en analizar casos de estudio concretos
que han obtenido resultados notablemente satisfactorios. Con ello se pretende
identificar aquellos elementos comunes que se encuentran detrás del éxito de
los proyectos.
Son cuatro
dimensiones es hace importante pensar (el emprendedor, el entorno, la
organización y el proceso) y de él se desprenden quince variables que pueden
contribuir potencialmente al éxito de la empresa social:
1. Experiencia
previa del emprendedor en el campo de la dirección; 2. Plena dedicación por
parte del emprendedor; 3. Apoyo recibido de la familia y amigos durante la fase
inicial del proyecto; 4. Aceptación por parte del público de la idea que el
proyecto pretende llevar a cabo; 5. Red
social en la que se mueve el emprendedor;
6. Apoyo recibido del sector público;
7. Financiación recibida de fundaciones; 8. Apoyo recibido de otras
organizaciones sin ánimo de lucro; 9.
Capital fundacional de la organización; 10. Composición inicial del equipo
humano que forma la organización (número de trabajadores y experiencia de
estos); 11. Desempeño del Consejo de Administración/dirección; 12. Expansión
planificada y estabilización de la red social de la organización; 13. Planificación preliminar del proyecto
(diseño de un plan de negocio claro); 14.
Cooperación a largo plazo –al menos durante tres años- con otro tipo de
organización e 15. Prueba del producto/servicio en el mercado (por ejemplo:
probar a cobrar algún tipo de tasa por él. Con esto se intenta reducir la
dependencia que este tipo de organizaciones tienen de Gobiernos y/o
fundaciones)
De estos quince
factores, los autores concluyen que ocho de ellos ciertamente contribuyen al
éxito de la organización: la red social del emprendedor, su plena
dedicación al proyecto, la aceptación por parte del público, la
capacidad del producto/servicio de pasar las pruebas de mercado, la experiencia
previa del emprendedor en el campo de la dirección, la cooperación a
largo plazo, el presupuesto inicial y la composición del
equipo (incluyendo el ratio de voluntarios sobre trabajadores asalariados).
Estas dos
últimas variables están claramente relacionadas, ya que un presupuesto inicial
adecuado permite contratar al personal necesario, al mismo tiempo que es un
indicador de que, probablemente, a largo plazo la organización será capaz de
retener a trabajadores altamente cualificados. Por otro lado, que la aceptación
del producto por parte del público juegue un papel importante en el éxito de la
empresa social no debería sorprendernos.
De hecho, está
ligado con una importante cuestión planteada en la sección anterior: para poder
implantar y expandir una innovación es crucial que la comunidad a la que va dirigida
no vea la innovación como una amenaza sobre sus valores y su cultura.
CONCLUSIONES
El emprendedor
social es un tipo de emprendedor que presenta cinco características
fundamentales: tiene como objetivo crear valor social; es capaz de captar
necesidades sociales; contraataca con propuestas innovadoras; su aversión al
riesgo está por debajo de la media; y dispone de escasos recursos para llevar a
cabo su labor. Adicionalmente, hemos identificado otros rasgos de los
emprendedores sociales que se desprenden
Primero, el
emprendedor social que pone en marcha una iniciativa suele ser hombre, pero
cabe señalar que esta diferencia entre hombres y mujeres es menor en el ámbito
del
emprendimiento social que en el del emprendimiento comercial. Segundo, los emprendedores
sociales tienden a iniciar sus proyectos sociales a una edad más temprana que los emprendedores tradicionales. Por
último, los individuos con mayor nivel de estudios son más propensos a ser
emprendedores sociales. para que el emprendedor social consiga que su
iniciativa tenga un impacto a gran escala, ha de evaluar cinco puntos clave: en
primer lugar, ha de decidir si el producto/ servicio está listo para ser
expandido; en segundo lugar, ha de preocuparse por que el proyecto sea bien
aceptado por la comunidad beneficiaria; en tercer lugar, debe hacer una buena
planificación de los recursos que tendrá en el momento inicial y de los
recursos que, potencialmente, tendrá a largo plazo; en cuarto lugar, tiene que
valorar minuciosamente los riesgos; y, por último, debe plantearse cuáles son
los resultados que espera de su idea
Finalmente, si
bien son muchos los individuos que se han aventurado a iniciar sus proyectos de
emprendimiento social, no todos han conseguido los frutos esperados y no todos
han conseguido mantener el éxito a largo plazo. Por este motivo hemos
considerado relevante analizar aquellos factores que potencialmente pueden
influir sobre las iniciativas de este tipo.